¿Qué debemos hacer?
-Prevención. Los padres deben estar atentos a lo que
ven sus hijos en la televisión, especialmente antes de la hora de irse a
dormir.
-Estar preparados. Como las pesadillas no se pueden
evitar y no avisan cuando vienen, los padres deben estar seguros de oír a sus
hijos por si lloran durante la noche y acudir enseguida.
-Atender a los niños. Durante una pesadilla, los
padres deben atender a sus hijos lo antes posible. Los niños necesitan de ayuda
y de consuelo.
-Tranquilizar al niño. Los niños deben sentirse
protegidos. Háblales con voz calmada para que sepan que te quedarás con él si
así lo desea, pero que está bien que vuelvan a dormirse. Quedarse con el niño. Quédate con él hasta que se
haya calmado y se vuelva a dormir.
¿Qué NO debemos hacer?
- No despiertes al niño. Si los niños lloran, pero
todavía están dormidos, no es necesario despertarlos. Debes quedarte con tus
hijos hasta que despierten o se vuelvan a dormir en paz.
- No le lleves a tu cama. Y tampoco te subas a su
cama.
- No le digas que las pesadillas no son reales.
Conviene explicar a los niños qué es un sueño y que todos los tenemos.
Terrores nocturnos
os terrores nocturnos suelen aparecer a primeras horas de la noche, en las que el niño está
agitado, llora, grita, suda y se percibe que está angustiado. En los terrores
nocturnos, muy frecuentemente, el niño no recordará nada de lo que le ha
causado ese malestar, por tanto, no se le debe interrogar esperando que nos
cuenten lo sucedido. Si insistimos, no generaremos más que confusión.
Hay que diferenciar los terrores nocturnos de las
pesadillas, que se producen más frecuentemente al final de la noche, y donde el
niño puede contarnos lo que ha vivido en el sueño (ensueño). Los terrores
nocturnos pueden ser desencadenados por fiebre, falta de sueño y medicamentos
que actúen a nivel del sistema nervioso central.
Niño sonámbulo
El niño sonámbulo se levanta de su cama y,
permaneciendo dormido, hace actividades que pueden ser habituales. La edad más frecuente
de aparición es entre los 4 y 8 años y se resuelve espontáneamente en la
adolescencia. La fiebre, la falta de sueño y algunos medicamentos actúan como
factores causantes. Se debe consultar para establecer estrategias que eviten
riesgos en estos niños.
Niños que hablan durmiendo
La somniloquia es la emisión de palabras durante el
sueño. No constituye ningún problema y no requiere tratamiento.
Música para dormir y relajarse.
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